Por: Carlos F. González
Fuente: La Biblia
En las condiciones en lo cual nos encontramos en el Puerto Rico de hoy, no cabe duda de que muchas personas se encuentren confundidas en cuanto a saber en quién confiar. Muchas personas ponen su confianza en otros en cuestiones de negocio, estudios, amistad y un sin número de otras situaciones más.
Por ejemplo, hay corporaciones que anualmente gastan miles de millones de dólares investigando a personas en las cuales se pueda confiar. Un ejemplo de éstos son las compañías Bancarias. Los bancos, gastan dinero en investigaciones y pruebas de dopaje para poder poner a ciertas personas a trabajar con el dinero de los clientes y aún así, diariamente se vé cómo se ha fiscalizado y encerrado a alto fucionarios ejecutivos por fraude y robo de el dinero de los clientes y del mismo banco.
No sólo es en los bancos, sino también se ha removido de sus puestos a Gobernadores que por dinero han vendido la confianza en que ellos han depositado el electorado y los votantes. La confianza entre amigos es algo muy frecuente que es violado. Hay veces que los amigos le hacen promesas huecas a uno con el fín de utilizarlo y cuando ven que la persona la cuál están utilizando ya no les sirve para sus propósitos, le echan para un lado y se hacen la idea de que ya no existe. A diario se vé la traición de un ser humano a otro y lamentablemente éste mundo se trata de un mundo yoísta...Primero Yo, Segundo Yo y Siempre Yo.
Entonces cabe uno preguntarse: "¿ Porqué tienen las personas que ser así ?"Por si no lo saben, todas éstas situaciones fueron predichas haces más de 2.000 años atrás cunado nuestro Señor Jesucristo estubo entre nosotros aquí en la tierra. Anterior a Jesús, el Profeta Miqueas advirtió que el confiar en el Hombre más bien que en Dios trae serias consecuencias. En Miqueas 7:5-7 menciona que debemos cuidarnos de los amigos y más adelante el profete menciona que él miraría a Jehová y que Jehová le escuchará.
El Apóstol Pablo en su epístola a los 2da de Corintios 1:9-10 nos reafirma que hasta con la propia vida debemos poner confianza en Dios. Pero, ¿ Quiere decir que no podemos poner la confianza en nuestros amigos ?Dado a las condiciones en las cuales estamos viviendo hoy, debemos limitar la confianza que nosotros bridamos a los demás. Mirando la situación del punto de vista Bíblico y Contemporáneo; uno sabe lo que se encuentra en su propio corazón, pero uno no sabe lo que está en el corazón de sus allegados y conocidos.
En Efesios 3:10-12 nos enseña que Dios nos tuvo para un propósito eterno y que debemos depositar nuestra confianza en él ya que la sabidiría de Dios es eterna y la de nosotros como seres humanos es limitada. Para poder ganarnos la confianza de los demás y mantenerla, es impresindible el ser honesto como persona, no mentir y que su habla sea veraz. En otras palabras, que su Sí sea Sí y que su No sea No.
A las personas que son engañadoras les espera casi siempre un final no muy feliz. Ya que todo lo que esté en la oscuridad, siempre saldrá a la luz. En tiempos antiguos a la persona que no fuese honesta se le castigaba con severidad y muchas veces eran ejecutados por llevar a cabo ése estilo de vida. Hoy en día no es así, los tiempos cambian y por lo tanto la forma de ejercer justicia también cambia.
Antes, las leyes eran regidas por las leyes divinas y hoy en día son los Gobiernos terrestres los que ejercen su Justicia según ellos dictaminen. Pero, no se debe dudar que al final de los tiempos que todos sabemos que pronto vendrá; la Justicia Divina volverá a tomar efecto y entonces será el crujir de dientes de muchos. Pero, ése es otro tema.
Nuestra confianza debería re-caer siempre sobre Nuestro Padre y Creador Celestial Jehová. NO importa la situación en la cuál nos encontremos. Yo era uno que personalmente decía que los Milagros no Existen y que Dios era un Hombre muy Ocupado para que perdiera su tiempo en mí. Claramente fuí un Hombre equivocado. Soy un perfecto ejemplo de que Dios sí tiene tiempo para todos, ya que yo fuí uno que maldijo las enseñánzas de Jesús y a pesar de yo ser ése tipo de Hombre degradado, me tuve que subyugar a la voluntad del Señor. El me salvó la vida muy recientemente durante una intervención quirúrgica (que muchos de ustedes sabrán y me sustentaron con sus lindos deseos) me hizo ver que la forma en la cual yo estaba viviendo era una forma equivocada.
El Señor Jesucristo nos dice que tenemos que amar a nuestro prójimo tal como él nos ama a nosotros, pero claramente nos estipula que nuestra confianza se la tenemos que dar a él ya que él es el que ha permitido que nosotros nos levantemos un día más con vida. ¿ En dónde está mí Confianza ? No sólo mi confianza sino también mi Amor, Regocijo y Vida se la entrego y se encuentra en Jehová.
Salmos 104:33-35
Desde Borínquen, Carlos F. González.
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