Por: Carlos F. González
Fuente: Propia
Ayer estuve hablando sobre cómo el Narcotráfico nos afecta a todos en nuestra sociedad y cómo aquellos que se toman los riesgos de obtener las drogas y distribuírlas, manchan con su propia sangre a las calles de Puerto Rico. Hablando sobre el mismo tema y una cosa que no mencioné son las pérdidas de las vidas inocentes que se encuentran en un lugar equivocado en una situación ajena a su voluntad.
En el día de ayer en Villas de Loíza, una niña inocentemente perdió su vida cuando un sicario disparó su arma de fuego a un vehículo en marcha desde su propio vehículo y en vez de darle al blanco, terminó asesinando impunemente a esa criatura a sólo contaba con tres añitos de edad. El individuo que se supone que hubiese sido el blanco del sicario, salió huyendo del lugar cobardemente e ileso. Hasta el momento no se ha podido identificar al los individuos.
A éste tipo de peligro es al que yo me refiero, personas inocentes caen víctimas por el control de los puntos de drogas en la isla. Niños, Niñas, Jóvenes y Viejos son los que en sí peligran en este problema que está infectando a nuestro mundo como un cáncer terminal. Muchos dicen: "Si fuese que se mataran entre sí, pues que así sea", pero, no, éstos gatilleros apuntan sus armas inexcrupulosamente a uno que tengan en mira y así sea en plena luz del día abren fuego y los que se encuentren en el medio aunque no tengan nada que ver en el problema se va. Es una realidad la cuál nos tenemos que enfrentar todos los días al salir de nuestros hogares.
Ni en el propio hogar de uno se está seguro, hay veces que los asesinos a sueldo no encuentran a su víctima en la calle y se dirigen hacia el hogar de la persona y si por casualidad ésa persona no está; la familia paga por los errores cometidos de su familiar. De veraz que tenemos que cojer consciencia como pueblo y no sólo dejarle la responsabilidad de la seguridad de nuestro barrios, residenciales y urbanizaciones a la Policía si no también tenemos que poner de nuestra parte para poder erradicar el problema que tanto nos está afectando.
Otro asunto que me tiene preocupado es el libertinaje sexual que existe y que es responsable de tantas enfermedades venéreas entre jóvenes de edades tan tempranas de 11 y 12 años de edad. Muchos para evitar responsabilizarse, tienden a culpar al tipo de música que escuchan ó a la moda de la época. Pero en realidad somos nosotros como Padres los que damos los ejemplos que nuestros hijos siguen.
Si un varón vé que su padre es un mujeriego, pues naturalmente va a seguir sus pasos. Ahí es donde debería trar la educación sexual. No sólo porque el ser adúltero es moralmente inacceptable pero, hay Padres que no entrenan a sus hijos en cuanto a mantenerse protegidos de las enfermedades de contagio íntimo.En vez de dar un ejemplo apropiado a sus hijos. muchos Padres apoyan lo que sus hijos hagan para mantenerse congraciados con ellos. Pero cuando hay embarazos sin planificación, enfermedades contraídas ó si la otra parte tiene intereses amorosos con otras personas y han sido descubiertos; ahí comienzan los lamentos y dolores de cabezas.
Todo eso se pudo haber evitado si los Padres hubieran ejercido sus papeles como Padres ejemplares. El ser Padres responsables de nuestros actos y el ser Padres ejemplares es impresindible para la educación correcta de nuestros hijos, por ende llevándoles por el camino que le asegurará el éxito que todos nosotros esperamos de parte ellos.
Parte de la Educación que debemos darle a nuestros hijos, es el de ser honestos en todas las facetas de sus vidas. Los robos por más pequeños que sean, son robos. Los robos en nuestras áreas de trabajo son un ejemplo que se ven con frecuencia. Hay personas que a pesar de que se les está pagando, buscan la manera de trabajar lo menos posible.
En los lugares de trabajo especialmente en las compañías grandes y oficinas gubernamentales se vé cómo algunos de los empleados atrazan el trabajo porque se las pasan de cubículo en cubículo retozando y haciendo chistes con sus compañeros. Eso es una manera de robarle al patrono. Mañana concluiré ésta serie de tres artículos en la cuál explicaré más sobre la honestidad y qué se puede hacer para conservarla.
Desde Borínquen, Carlos F. González.
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